A Shout of Praise for the Authentic Ones Inside the Regnum Christi
Nieves' very castilian title below betrays her Spanish, or should I say Andalusian?, background
Yesterday a companion who remains in the Regnum Christi wrote me and asked me to please write something positive about those who continue "inside". I understand. It is not easy to carry on, fighting for renewal, when the majority does not believe that such is going to happen.
I want to share her reflections. I believe it is only fair to try to understand that option because respect is the basis for dialog.
There are many who stay inside motivated by the hope that by means of their lives change will happen in the Third Level Regnum Christi [consecrated] way of life.
It is not easy because it seems that everything goes so slow; but they want to persevere. Cardinal DePaolis already spoke of a healthy autonomy, and they are hoping that this will happen.
I know that some some "teams" try to live with more freedom and sincerity, they speak to each other, they try to carry out their apostolate trying to do the most good to others. There are financial problems that they try to live through bravely and that this brings with real hardship.
God, more than anyone else, knows of the sincerity of their efforts and He will reward them.
None of us really knows what is going to happen. Soon there will be elections held for the General Director ['Responsable General'] and her counselors. Its a first step. There is still nothing worked out regarding Administrative autonomy which is necessary for there to be real autonomy; there is nothing yet about aposotolate autonomy. It is very complex but I know that they want to put in all the necessary effort, taking the steps they are allowed.
In my opinion it is a sign of authenticity how they are acting according to what they see. To make decisions based on others' experiences would not be a good way to go.
There are many issues still undefined from a divine perspective: what charism will be lived, what will be their way of life, what will be their specific apostolate, how to repair the harm which we may have done unwittingly...
I trust they will take the bull by the horns, with charity and truth; that they lay their cards on the table, trusting in God, with new rules.
They see their lives passing by on their Way to Calvary, and they feel that as consecrated they have to follow in the footsteps of the Suffering Christ. For them, the ones that that follow what they see, my respect and my prayer.
I encourage all of them to be faithful to their conscience, living openly in truth, entering into dialog with other realities as christian women that seek unity with their brothers and sisters in the Church. In the degree that they are courageous, in the face of God, as I believe many are, perhaps they will find the renewal they desire, and a clean sprout will be born at the service of the local diocesan Church.
It is only just to acknowledge the good works that each individual carries out and not criticize people without knowing their motives. Only God can do that.
May He bless them always and make each one of them a bastion of charity and truth which will lead to the creation of a new work, really from God.
I beg pardon if my writing has hurt anyone. They know that we can have different opinions, make different decisions, but that we want to live a new charity, sincere, and full of respect.
Nieves Garcia.
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Una lanza por quienes son auténticas
Ayer me escribió una compañera que sigue en el RC y me pidió que por favor escribiera algo positivo acerca de las que siguen "dentro" del RC. La entiendo. No es fácil seguir adelante, luchando por la renovación, cuando la mayoría de las personas no creen que esta se produzca.
Quiero compartir un poco sus reflexiones. Creo que es justo tratar de entender también esta opción, porque el respeto es el principio del diálogo.
Hay muchas que siguen adelante por este camino movidas por una esperanza; lograr que a través de sus vidas se produzca un cambio en el estilo de vida del 3GF.
No está siendo fácil, porque parece que todo va lento pero no quieren quitar el dedo del renglón. El Cardenal de Paolis habló ya de una sana autonomía, y están a la espera de que se produzca.
Se que en algunos "equipos" tratan de vivir con mayor libertad y sinceridad, que se habla entre ellas, que tratan de hacer su apostolado buscando con más objetividad el bien de las personas. Hay dificultades económicas que tratan de vivir con valentía y que les implica un sacrificio real.
Dios conoce mejor que nadie la sinceridad de su entrega, y El las premiará.
Nadie sabemos bien que va a suceder. Ahora habrá elecciones de la Responsable general y sus consejeras. Es un primer paso. Aún no se ha definido nada acerca de la autonomía administrativa que es esencial para que realmente haya autonomía, ni de la apostólica. Es complejo, pero sé que ellas quieren hacer todo el esfuerzo necesario, dando los pasos que se les permite.
Para mí son un ejemplo de autenticidad también porque actúan de acuerdo a lo que ellas ven. Tomar decisiones basadas en las experiencias ajenas, no sería un camino seguro.
Quedan muchos temas importantes a definir a la luz de Dios: qué carisma se vivirá, qué estilo de vida y de apostolado, cómo reparar el mal que quizás sin querer hemos hecho...
Confío en que ellas tomen el toro por los cuernos, siempre con caridad pero en la verdad, que pongan sobre la mesa las cartas y jueguen, con mucha confianza en Dios, con una nuevas reglas.
Ellas ven que sus vidas van pasando en este calvario, y sienten que como consagradas han de seguir de cerca a Cristo doliente, y ahí están. A ellas, las sinceras, que actúan se acuerdo a lo que ven, mi respeto y mi oración.
A todas las animo a seguir adelante en fidelidad a su conciencia, viviendo con apertura a la verdad, entablando diálogo con otras realidades como cristianas que buscan la unidad con sus hermanos y hermanas en la Iglesia. En la medida que sean valientes, de cara a Dios, como creo que mcuhas lo son, quizás se alcance la renovación profunda tan esperada, y nazca un brote limpio al servicio de la Iglesia diocesana.
Es de justicia reconocer el bien objetivo que cada persona hace y no enjuiciar a las personas sin conocer sus motivos. Solo Dios lo puede hacer.
Que Él las bendiga siempre y haga de cada una de ellas, bastiones de caridad y verdad, que permitan la creación de una obra nueva, realmente de Dios.
Pido perdón si con lo escrito alguna se ha podido sentir herida. Ellas saben que podemos pensar distinto, actuar distinto, pero que queremos vivir una caridad nueva, sincera y llena de respeto.
Nieves García
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